El Colegio de Profesionales en Informática y Computación (CPIC) desea expresar su posición en relación con el Reglamento sobre medidas de ciberseguridad aplicables a los servicios de telecomunicaciones, basados en la tecnología de quinta generación móvil (5G) y superiores.
En primer lugar, queremos destacar que reconocemos la importancia del Convenio de Budapest como una herramienta valiosa en la lucha contra el cibercrimen. Sin embargo, consideramos fundamental aclarar que este convenio no está directamente relacionado con la ciberseguridad específica aplicada a las redes 5G.
Si el Estado pretende regular la ciberseguridad de sus operadores en el ámbito de las telecomunicaciones, abogamos por el uso de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) como instrumento de medición y control. Para garantizar la eficacia de este enfoque, es esencial dotar a la Sutel de los recursos necesarios y las potestades legales apropiadas.
En este sentido, subrayamos la importancia de fomentar el diálogo y el consenso con el sector técnico, incluyendo a los operadores y proveedores, para desarrollar regulaciones que sean efectivas y adecuadas al entorno de redes 5G así como generaciones anteriores y posteriores. Así mismo, el tomar en cuenta la opinión de los actores de tecnología que poseen conocimientos especializados en la materia, lo cual es esencial para la creación de políticas informadas y efectivas.
Defendemos la neutralidad tecnológica como principio fundamental para garantizar la transparencia y el aprovechamiento de la base instalada de infraestructura de telecomunicaciones.
El CPIC reafirma su compromiso con la seguridad cibernética y la regulación adecuada en el ámbito de las telecomunicaciones, instando a un enfoque que no solo considere las particularidades de la tecnología 5G y que garantice la participación activa y consultiva de los expertos en la materia.
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